Lección para el Sábado 19 de Marzo del 2022 (Citas)

El Conocimiento Del Pecado A Través De La Ley

Lectura Bíblica: 1 Juan 3:1-24

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1 Juan 3:1-24

1Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a Él.
2Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es.
3Y cualquiera que tiene esta esperanza en Él, se purifica, como Él también es limpio.
4Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.
5Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.
6Cualquiera que permanece en Él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.
7Hijitos, no os engañe ninguno: el que hace justicia, es justo, como Él también es justo.
8El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
9Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en Él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
10En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
11Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
12No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
13Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os aborrece.
14Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, está en muerte.
15Cualquiera que aborrece a su hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permaneciente en sí.
16En esto hemos conocido el amor, porque Él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
17Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en Él?
18Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.
19Y en esto conocemos que somos de la verdad, y tenemos nuestros corazones certificados delante de Él.
20Porque si nuestro corazón nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.
21Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;
22Y cualquier cosa que pidiéremos, la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él.
23Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
24Y el que guarda sus mandamientos, está en Él, y Él en Él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Texto Aureo: Romanos 7:7

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Romanos 7:7

7¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Empero yo no conocí el pecado sino por la ley: porque tampoco conociera la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás.

1. ¿Qué nos hace quebrantar la Ley de Dios? Romanos 7:14-17

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1. ¿Qué nos hace quebrantar la Ley de Dios? Romanos 7:14-17

14Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido a sujeción del pecado.
15Porque lo que hago, no lo entiendo; ni lo que quiero, hago; antes lo que aborrezco, aquello hago.
16Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
17De manera que ya no obro aquello, sino el pecado que mora en mí.

2. ¿Se está refiriendo Pablo a los 10 Mandamientos? Romanos 7:7

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2. ¿Se está refiriendo Pablo a los 10 Mandamientos? Romanos 7:7

7¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Empero yo no conocí el pecado sino por la ley: porque tampoco conociera la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás.

3. Si no hubiera ley, ¿habría pecado? Romanos 7:8-11, 1 Juan 3:4-6

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3. Si no hubiera ley, ¿habría pecado? Romanos 7:8-11

8Mas el pecado, tomando ocasión, obró en mí por el mandamiento toda concupiscencia: porque sin la ley el pecado está muerto.
9Así que, yo sin la ley vivía por algún tiempo: mas venido el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí.
10Y hallé que el mandamiento, a intimado para vida, para mí era mortal:
11Porque el pecado, tomando ocasión, me engañó por el mandamiento, y por Él me mató.

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3. Si no hubiera ley, ¿habría pecado? 1 Juan 3:4-6

4Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.
5Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.
6Cualquiera que permanece en Él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.

4. ¿Qué es necesario para ser un hijo de Dios? Revelación 14:12, Revelación 12:17

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4. ¿Qué es necesario para ser un hijo de Dios? Revelación 14:12

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4. ¿Qué es necesario para ser un hijo de Dios? Revelación 12:17

5. ¿Cuál es la recompensa por guardar los mandamientos? Revelación 3:20-21, Revelación 22:14

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5. ¿Cuál es la recompensa por guardar los mandamientos? Revelación 3:20-21

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5. ¿Cuál es la recompensa por guardar los mandamientos? Revelación 22:14

NOTA: Recuerde que el joven rico le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para recibir la vida eterna Mateo 19:16-19.

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Mateo 19:16-19

16Y he aquí, uno llegándose le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
17Y Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios: y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
18Dícele: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No mataras: No adulterarás: No hurtarás: No dirás falso testimonio:
19Honra a tu padre y a tu madre: y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

6. ¿Qué pasará con aquellos que no guarden estas leyes? Revelación 22:15, Revelación 21:8

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6. ¿Qué pasará con aquellos que no guarden estas leyes? Revelación 22:15

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6. ¿Qué pasará con aquellos que no guarden estas leyes? Revelación 21:8

7. ¿Cuál será la norma de juicio cuando aparezca el Señor? Santiago 2:12

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7. ¿Cuál será la norma de juicio cuando aparezca el Señor? Santiago 2:12

12Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de libertad.

8. ¿Cómo permanece Jesús en nosotros y nosotros en Él? 1 Juan 3:23-24, 1 Juan 4:13

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8. ¿Cómo permanece Jesús en nosotros y nosotros en Él? 1 Juan 3:23-24

23Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
24Y el que guarda sus mandamientos, está en Él, y Él en Él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

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8. ¿Cómo permanece Jesús en nosotros y nosotros en Él? 1 Juan 4:13

13En esto conocemos que estamos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.

9. La muerte pasó a toda la humanidad por el pecado de Adán. ¿Cómo seremos constituidos justos? Romanos 5:19-21

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9. La muerte pasó a toda la humanidad por el pecado de Adán. ¿Cómo seremos constituidos justos? Romanos 5:19-21

19Porque como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos.
20La ley empero entró para que el pecado creciese; mas cuando el pecado creció, sobrepujó la gracia;
21Para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro.

10. ¿Cómo podemos ser obedientes a la Ley de Dios y no servir al pecado? Romanos 6:19-23

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10. ¿Cómo podemos ser obedientes a la Ley de Dios y no servir al pecado? Romanos 6:19-23

19Humana cosa digo, por la flaqueza de vuestra carne: que como para iniquidad presentasteis vuestros miembros a servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santidad presentéis vuestros miembros a servir a la justicia.
20Porque cuando fuisteis siervos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
21¿Qué fruto, pues, teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? porque el fin de ellas es muerte.
22Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna.
23Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

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