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¿Qué cree la Iglesia de Dios con respecto a la santificación?

Verso clave: 

"Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad". Juan 17:17.

La santificación es un mandamiento para el pueblo de Dios. Santificarse significa apartarse para un propósito santo.

"Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas á la luz, y de la potestad de Satanás á Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y suerte entre los santificados". Hechos 26:18.

Jesús tiene una profunda preocupación y amor para con los hombres, y es por eso que debemos apartarnos para su santo propósito, sin Jesús vivimos en la oscuridad y el pecado.

"Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios". 1 Corintios 6:11.

El Señor nos quiere heredar su reino pero hay que apartarnos (santificarnos) y no ser como éramos antes de venir a la luz de su verdad.

Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra. 2 Timoteo 2:21.

El Señor nos llama a ser un vaso para honra lleno de Su Santo poder y dispuesto para toda buena obra, cuando esto se lleva a cabo somos santificados y apartados para un propósito santo.

Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Hebreos 13:12.

Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con mansedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros: 1 Pedro 3:15.

En todo momento debemos ser capaces de dar una respuesta a las personas de la esperanza que hay en nosotros a través de la verdad que es el amor de Dios, se nos dice que amemos a nuestro prójimo y que le demos la verdad que es el amor de Dios.

JUDAS, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, á los llamados, santificados en Dios Padre, y conservados en Jesucristo: Judas 1:1.

Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos: por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos, Hebreos 2:11.

Jesús dio su vida por ti y por mí para que podamos ser capaces de santificarnos y llevar la misión que nos dejo, la cual es la verdad y el ejemplo de vivir como verdaderos hijos de Dios.

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